Relaciono los hipopresivos con la meditación, porque es una herramienta de respiración lenta, uniforme y profunda, nos trae nuestra consciencia al momento presente, a este preciso instante, una y otra vez, salvando las interrupciones de nuestra mente y del entorno; simplemente observando nuestra respiración sin intentar cambiarla.

Se utiliza para disminuir la ansiedad ya que activa respuestas psicofisiológicas contrarias.

¿Como actúa la respiración de los hipopresivos beneficiando la relajación en nuestro organismo y mente?

La respiración en los hipopresivos interviene el diafragma. Esta es la mejor forma de respirar, ya que aumenta la capacidad pulmonar. 

El diafragma es un músculo ancho situado entre las cavidades pectoral y abdominal y que tiene un importante papel en la respiración (inspiración). 

Permitiendo que se realice intercambio gaseoso y dando movilidad a las vísceras (manteniéndolas suspendidas, móviles, libres y en su correcto emplazamiento).

También le llamo el musculo del alma, porque existe una relación directa entre el estado de tensión-relajación del diafragma con la sensación de tensión-relajación a nivel emocional. Y es que, según nos encontremos anímicamente, así respiramos y viceversa. El día a día o las situaciones estresantes repercuten sobre nuestra forma de respirar, haciendo que el diafragma se tense en exceso y, por ello, acortando sus fibras.  Esto afectará a nuestra actitud postural, y se reflejará en nuestro sistema emocional. Ya que, si su principal función es mantener la ventilación, por su carácter vital, la segunda es el mantenimiento de la postura, y esto se verá reflejado en nuestra alma.

Además, tiene muchísimos beneficios como elevador de nuestros órganos favoreciendo suelo pélvico, transverso abdominal, psoas y prevención de diferentes patologías.

¿Como es la técnica?


Exhala completamente. Hazlo empujando hacia adentro tanto tu tórax como tu abdomen. Piensa que estás inflando un globo todo lo que puedes con una sola exhalación.

Haz el movimiento de la inhalación usando el tórax, bloqueando la glotis y evitando que el aire entre en tus pulmones. Al mismo tiempo relaja el abdomen. Si no entiendes cómo evitar que el aire entre en tus pulmones, intenta hacer el movimiento de la inhalación (sin inhalar realmente) con la boca y la nariz tapadas con las manos. Debes sentir cómo se eleva tu tórax.

Reteniendo la respiración, repite el movimiento de la inhalación con más fuerza. Mantén el abdomen relajado. El abdomen superior formará una profunda concavidad que se extenderá por debajo de la caja torácica. 

Relaja el movimiento de inhalación, dejando que el tórax y órganos abdominales desciendan y el abdomen se libere hacia adelante.

Empuja suavemente hacia adentro el tórax y abdomen, equilibrando así la presión del aire dentro y fuera del cuerpo. Inhala suavemente sin jadear.

El mejor momento para practicar este bloqueo es temprano en la mañana, con el estómago y los intestinos vacíos. Las contraindicaciones para hacer los hipopresivos son: presión arterial alta, hernia de hiato, úlceras, embarazo y menstruación.

Entre los beneficios de la respiración con el diafragma hay que mencionar la mayor oxigenación de las células y el cerebro. Pero no debemos olvidarnos de lo siguiente:

  • Activa la respuesta de relajación del organismo.
  • Se reduce la sobre activación que producen la ansiedad y el estrés, por lo que se recupera el equilibrio.
  • Nos ayuda a gestionar nuestras emociones.
  • Aumenta la vitalidad emocional, mental y física.